martes, 25 de octubre de 2016

FIRMADO: ELLA


Parece que persigue el peligro. No se para a pensar en las consecuencias que pueden causarle todas sus decisiones. Se piensa que puede con todo. Para ella saltar encima de los charcos, descalza, es ser libre. Para ella tumbarse en medio de un camino para mirar las estrellas es ser valiente. Para ella saltar una valla donde se indica “peligro” es ser fiel a sus instintos. Y no le falta verdad; imposible que en esos ojos falte verdad. Pero ahí donde la veis le sobra inocencia. La inocencia de pensar que llorar está mal, que todo se arregla, que incluso todo es posible. ¿Qué mejor virtud para una adolescente? Siempre rebosa alegría, su sonrisa parece una fuente de energía inagotable. Que sí, que a veces se hace difícil aguantarla, pero cuando su alboroto y su risa no están de fondo se nota y se le echa de menos.

Es de esas que convierte a los monstruos de debajo de la cama en sus máximos confidentes, porque no, ella no habla sola, de verdad que no. Porque no, porque ella no está loca, de verdad que no. Ella únicamente tiene miedo de que algún día esa libertad de la que tanto goza a destiempo, le pueda ser arrebatada. Se esconde bajo sus sábanas y se pone a soñar, a deshoras, porque esa es su única salida; porque no siempre son las entradas las que te dan la bienvenida a una nueva historia.


Quizá nadie la conoce de verdad. Todos la creen simple, pero no lo es. Una persona simple no es capaz de oír silencio en un trueno. Ni de ver corazón cuando la vista sólo alcanza a ver la ropa. Que no, que ella no es simple, que lo simple aburre, y ella es un sinfín de aventuras.
Ella pasaba de todo lo que la realidad le ponía en sus narices, o eso decía. Ella no dejaba su felicidad en manos de nadie; aprendió. Ella era dura como el acero, o eso parecía. Ella no se enamoraba; sucedió.
Su carácter se define según quién y cómo la miren. Una veces terca, otras veces transigente. Unas veces irritante, otras veces tranquilizante. Claro que ella también provoca la forma en que la miran. 

 Bastante guerrillera en sus decisiones, bastante persistente en sus objetivos. Se entrega como nadie a lo que quiere. No le teme a nada. Ni a nadie. Es de las que piensa que la vida está hecha para vivirla, para que si te caes, te levantes; para que si fallas, aprendas; para que si te fallan, sigas confiando en los demás. Que arriesgando también puedes ganar. Que con ganas el viaje es más fácil. Que la distancia es excusa cuando no existen motivos para quedarse. Que los grandes cambios en la vida son los que nos provocan rechazo, pero a la vez nos hacen crecer como persona. Que lo importante no se olvida, y que sí cojones, que hay quien pisa tan fuerte que nos deja una huella indeleble.



Firmado:
ELLA.




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